Y aunque parezca un tópico… Benicarló huele a Fallas.
En estos días, benicarlandos y todos los amantes de las fallas de las poblaciones vecinas, salen a la calle a participar de esta tradicional fiesta valenciana. Y es que las fallas se viven en la calle. Los niños y mayores sacan a flote su afición por la pólvora y el ambiente se impregna del olor característico de los petardos y de las barbacoas encendidas para hacer la torrá.
Tanto de noche como de día, el pueblo es un hervidero de falleros, con sus “mocadorets al coll” participando en las diversas y multitudinarias actividades que se realizan estos días.
El ruido, el olor, la iluminación, los desfiles, las falleras con sus coloridos e impresionantes trajes…no puedes quedarte con nada. Es un conjunto que hacen de las fallas una fiesta popular.
Y los monumentos, son todos, unos más y otros menos, obras de arte dignas de observar con detenimiento.
Aquí dejamos unas fotos de años anteriores como muestra de la grandiosidad de esta fiesta valenciana para los que no os habéis animado a venir. Aunque, si os lo pensáis rápido, ¡ aún quedan unos cuantos apartamentos en Tamarindos!
Y parece ser que el buen tiempo, ¡está asegurado!